Milada Sindlerová

Milada Sindlerová. Puerto del norte (España). Publicada en La Esfera (15-12-1917)

Inquietudes parecidas encontró José Francés en la obra de otra de las artistas que formaban la colonia de refugiados en España durante la Guerra Mundial: la pintora checa Milada Sindlerová (1875-1941), afincada temporalmente en el País Vasco, donde asistía atertulia en el taller de los hermanos Zubiaurre36, y después en Madrid. Como muchos de sus colegas franceses, su estilo era impresionista, porque fijaba estados atmosféricos del paisaje, pero había en su obra una evolución a los postimpresionismos que apreció José Francés tras su exposición de óleos, aguafuertes y dibujos de sus viajes por España en el Ateneo en enero de 1917. Su pintura, “ingenua y sobria”-decía José Francés-, y sobre todo sus paisajes de los puertos gallegos y vascos (fig. 3), le hacían pensar en “Regoyos, en Iturrino e incluso en Echevarría. Y siempre bajo la obsesión francesa de los post-impresionistas, que en el último, a pesar de su personalidad, es indudable y manifiesta”37. Más adelante, cuando intervino en la Exposición de Santander en 1919, el crítico matizó aún más estas influencias declarando que Milada Sindlerová había: “venido a decir a Santander la buena nueva de las avanzadas del arte francés. Sobre sus paisajes aletea el genio desorbitado de Cezanne”3